En tiempos de incertidumbre económica, en que la recesión asoma como un fantasma que asecha a la comunidad mundial, una de las soluciones más seguras y provechosas es la inversión en bienes inmuebles.
Si se cumplen las condiciones propicias para construcción de una casa, un proyecto residencial o un edificio empresarial, se establecen las bases para obtener una plusvalía creciente que repercute favorablemente una vez pasadas las crisis económicas temporales.
El sector construcción ha representado cerca del 4% de la producción total del país y, de acuerdo con datos de la más reciente Encuesta Continua de Empleo, del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), para el IV Trimestre de 2019 generaba 135 mil puestos de empleo.
Pero al iniciar 2020, el sector ya notaba un sensible decrecimiento en la tasa de empleo, en relación con los años anteriores, cuando las autoridades impusieron rigurosas medidas sanitarias para tratar de controlar el contagio del virus COVID-19, del que ya conocemos las consecuencias.
Aunque vagamente, la apertura controlada de las actividades productivas y las iniciativas gubernamentales, que incluyen llamados a todos los sectores del país, para buscar soluciones a la crisis fiscal y económica, se perfila como el camino de retorno a una nueva normalidad.
Al final, con mayores o menores consecuencias, las crisis pasan y las inversiones bien pensadas en bienes inmuebles se mantienen incólumes.
Un aspecto esencial a considerar, para realizar una buena inversión, es el financiamiento y, debido al decrecimiento del sector construcción, las entidades financieras han reducido las tasas de interés para residencias y edificios.
A inicios de 2020, las tasas para la construcción ofrecidas por las entidades financieras estatales pasaron de un promedio de 9,6% en enero a uno de 8,6% en febrero y las ofrecidas por las entidades privadas descendieron de un promedio de 15,1% a uno de 14,1% en febrero.
Esas condiciones crediticias favorables son muestra de la bondad de invertir en un bien inmueble que, además de un esperanzador retorno de la inversión, brinda otros beneficios:
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