El éxito de cualquier proyecto, particularmente si demanda inversiones significativas, exige el desarrollo de planes de administración y programas específicos que abarcan desde un análisis de los alcances del trabajo proyectado hasta su efectiva ejecución.
El punto de partida es la consultoría, definida como el resultado de los análisis previos que un profesional, o grupo de profesionales, aporta al inversionista, con el objetivo de ayudarle a definir lo que necesita, el tiempo que tomará lograrlo y cuántos serán los costos.
La consultoría debe incluir detalles acerca del servicio que la empresa va a prestar, como los resultados que el cliente va a obtener, especificaciones técnicas, presupuestos, asesoría en la contratación de la empresa constructora, servicios de supervisión, dirección técnica y administración del proyecto, entre otros.
Una consultoría no se improvisa; debe estar sustentada, necesariamente, en procedimientos de orden legal, profesional y ético, determinados en el detallado Reglamento de Consultoría de Ingeniería y Arquitectura del Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos de Costa Rica.
Entre las obligaciones que debe cumplir el consultor, con base en el Reglamento, se encuentran: